martes, 10 de agosto de 2010

Hola, sí, ¿qué tal?

Hace varios meses que deseaba hacerme un blog, pero el hecho de no encontrar un nombre apropiado para el mismo hizo retrasar su creación. En varios momentos tuve la necesidad imperiosa de expresarme por escrito, de despotricar contra el mundo, de intentar ser creativa, de compartir alguna frase, de escribir alguna gansada; pero ahí estaba el no-nombre impidiéndomelo. No sé qué changos pretendía del nombre. Algo ingenioso? Cómico? Personal? Fácil de recordar? Andá a saber. Al final de cuentas terminé con una frase macanuda y racista en iguales proporciones, que simplemente me causó. Ahora, por supuesto, nada queda de los cientos de temas que tan ansiosamente deseaba redactar. La ventana en blanco y el titilante cursor me miran con ojos intimidantes, y ya no sé cómo comenzar, más que con esta sencilla y nada original bienvenida. Algo bueno saldrá de esto, lo prometo!!